Objetivo: doble remontada

Los blancos apelan al espíritu de la camiseta blanca

Si hay un equipo que es capaz de dar el do de pecho en las situaciones más complicadas, ese no es otro que el Real Madrid. Los blancos, tocados en Champions (que no hundidos) y muy vivos (tras darles por muertos) en la competición doméstica se agarran a la magia de su escudo y a la comunión con su gente (se espera que en Anfield haya, aproximadamente, 2.000 madridistas) para obrar dos milagros: la conquista del título de Liga y la remontada en el choque de cuartos de la Champions.

Nadie daba un duro por el equipo de Juande en la Liga. Aquellos 12 puntos de ventaja que otrora mantenía el Barcelona sobre el Real Madrid se han venido abajo en las dos últimas jornadas hasta el punto de reducirse a, tan sólo, siete. Los pinchazos del equipo catalán han coincidido, además, con los dos mejores partidos del Real Madrid de la era Juande, las goleadas ante el Sporting (0-4) y el Betis (6-1). Todo ello ha supuesto la creación de una corriente general que ha pasado de entregarle la copa de la Liga al Barcelona, a pensar que los de Juande pueden quitarle el título a los azulgranas.

EL ESPÍRITU DE LA CAMISETA

El partido de vuelta de la Liga de Campeones supondrá una reválida para los de Juande. Una vez más, con casi todo en contra (resultado de la ida incluido) el Real Madrid debe apelar al famoso “espíritu de la camiseta”, que diría Fabio Capello, para levantar el resultado. Cosas más difíciles se han visto, especialmente, porque el Liverpool tampoco demostró nada del otro mundo en el choque del Bernabéu. Una jugada a balón parado le bastó para ganar el partido. Nada más.

Un equipo, el blanco, y dos destinos, imponerse a Barcelona en Liga y a Liverpool en Champions. Difícil, sí. Imposible, no. El realísimo escudo y la impoluta casaca blanca pesan y mucho en el planeta fútbol. Nadie da por muerto al Real Madrid y por algo será.



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