La afición se olvidó de la Champions

El Bernabéu, con el equipo

Al madridismo no le queda otra. El Real Madrid tiene como único objetivo de aquí al final de temporada ganar la Liga. Y así lo ha entendido la afición, que ha recibido al equipo sin pitadas ni nada por el estilo.

Y es que, a pesar de ser un rival de la zona media de la tabla, el Bernabéu ha presentado un aspecto como en las mejores ocasiones. Un lleno a reventar facilitado, eso también, por los cientos de aficionados desplazados desde Asturias para animar, que ayudaron a que el ambiente que se respiraba en el Bernabéu fuera incluso mejor que el de un partido de Champions.

Respecto a la eliminación de los blancos en esa competición a manos del Olympique de Lyon, la afición no tuvo ningún gesto negativo de sus jugadores. Los reproches quedaron esta vez a un lado, ya que los madridistas son consciente de lo que se juega el equipo en las 11 jornadas que restan, y si jugadores y afición no van juntos de aquí hasta el final, ganar la Liga va a ser una misión harto difícil.

Y, al igual que ocurrió ante el Sevilla y con la única excepción del descanso y tras el gol de Barral que fue cuando surgieron algunas dudas, los 80.000 aficionados que abarrotaban el Bernabéu llevaron en volandas a los suyos hacia una nueva victoria que permite a los de Pellegrini coger un colchón de 3 puntos de ventaja sobre el Barcelona, que se juega el todo por el todo este domingo ante el Zaragoza en La Romareda. El único lunar de esta espléndida noche: los aficionados del Sporting de Gijón con algunos gritos ofensivos hacia afición y algún jugador del Real Madrid.



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