Guti-Raúl: El adiós de dos genios de corazón blanco

Raúl y Guti, siempre presentes en la retina de los aficionados de ayer, de hoy y de mañana.

Raúl y Guti ya son pasado en el Real Madrid. Dulce pasado habría que decir. En un corto intervalo de dos días, los roqueros de San Cristóbal de los Ángeles y Torrejón, dijeron adiós al club que les dio la fama. El mismo al que ellos defendieron a capa y espada durante tantos partidos y tantos años.

Casi almas gemelas en lo que a permanencia en el primer equipo se refiere, Raúl y Guti se despidieron de formas diferentes. El primero más tierno y entregado, como durante toda su carrera sobre el césped del Bernabéu, el segundo mucho más sobrio y entero, demostrando que ni ante los elogios ni ante las críticas  se pone nervioso. Dos estilos diferenciados pero ambos bajo un mismo patrón, la defensa del madridismo y del escudo del Real Madrid desde el primer minuto hasta el último de sus dilatadas carreras.

Dos ilustres jugadores llamados a entrar en las memorias de las generaciones venideras de madridistas. A los nombres de Di Stéfano, Gento, Santillana o Butragueño, por poner algunos ejemplos, habrá que empezar a añadir los de Guti y Raúl. Fueron dos elegidos para entrar en la élite del madridismo y, ahora que se marchan, lo hacen por la puerta grande. Con el cariño de la gente que siempre les aplaudió. Con la veneración de los madridistas que siempre agradecieron su compromiso con el Real Madrid. Pero lo más importante es que ambos viajan con billete sólo de ida. El madridismo les espera para que, más pronto que tarde, Raúl y Guti, Guti y Raúl, vuelvan a mostrar su madridismo en la casa blanca de una forma diferente a la que lo habían hecho hasta ahora. No será jugando al fútbol profesionalmente, cierto, pero con su presencia en un banquillo, en un palco o como representación del club en cualquier acto oficial, Raúl y Guti seguirán sudando sangre blanca. La merengue de toda su vida. Gracias por existir, genios.



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