La referencia es Marsella

Fue el 16 de febrero de este mismo año y el lugar elegido fue el Stade de Gerland en Lyon. Los hombres de Manuel Pellegrini se medían a los de Claude Puel en el partido de ida de los octavos de final de la pasada edición de la Liga de Campeones, y el resultado no fue ni mucho menos halgüeño para el madridismo. Makoun marcó para el Lyon nada más regresar del descanso en un lanzamiento desde lejos que se coló por la escuadra de la meta de Casillas dibujando una parábola imposible de predecir. Y ese fue el único tanto del partido, dejándolo todo pendiente para el partido de la vuelta en el Santiago Bernabéu.

Sin embargo, esta vez el coliseo madridista no fue talismán para el conjunto blanco. Ronaldo marcó nada más empezar el partido dando alas al madridismo, pero ese ímpetu inicial se fue diluyendo poco a poco hasta ser prácticamente inexistente durante toda la segunda parte. Pjanic marcó en el minuto 75 el gol que supuso la puntilla definitiva al partido, a la eliminatoria y a los sueños de alzar la Décima en mayo en el propio estadio Santiago Bernabéu.

Pero el destino da una segunda oportunidad al Real Madrid. El año pasado la última salida en la Champions fue a Francia, pero en esta nueva edición hacia la Décima y hacia la final de Wembley también se comienza tierras galas. Sólo falta seguir el camino marcado en Marsella (donde sí se ganó la temporada pasada), y no el de Lyon.

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