A Iker le funcionó el cambio

Las supersticiones le amparan

El guardameta del Real Madrid y de la selección española, Iker Casillas, es un hombre supersticioso. Varias manías le acompañan cuando se trata de afrontar un partido y una de ellas le llevó a un cambio de estética en el partido ante el Valencia en el Bernabéu.

El capitán madridista ha venido luciendo una camiseta que, hasta el partido del Camp Nou, era talismán. El color verde pistacho lucía en su cuerpo desde prácticamente el inicio de la temporada. El buen arranque del Madrid hizo que Iker mantuviera dicha casaca durante todos los partidos de Liga y Champions hasta el del Camp Nou.

La trayectoria del portero de Móstoles con el Madrid había sido inmaculada en lo que a derrotas de su equipo se refiere hasta el descalabro del Camp Nou. El 5-0 sufrido por los suyos, unido a la superstición que le acompaña, le ‘obligó’ a cambiar de camiseta ante el Valencia. A la vista del resultado, puede que tengamos nueva estampa de Casillas para las próximas jornadas.



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