Benzema sigue el ejemplo de Raúl

Todo un ejemplo de deportividad.

En el fútbol actual, en el que predominan las marrullerías, los piscinazas o el juego sucio, rara vez son los jugadores que pueden ser considerados como ejemplo de lo que algunos consideran ‘fair play’. Uno de ellos es Raúl González Blanco, que en sus más de 600 partidos con la camiseta del Real Madrid jamás fue expulsado. Y ahora que el ex capitán sigue siendo un ejemplo de lo que es deportividad en el Schalke 04, otro jugador de la plantilla aparece ahora como reflejo de lo que debería ser el juego limpio.

Nos referimos a Karim Benzema. Pese a que, por carácter y su forma de entender el fútbol, son jugadores diametralmente opuestos, hay algo en lo que el delantero francés se parece mucho al que fuera su compañero en la temporada pasada, y es el respeto que ambos sienten hacia el colectivo arbitral. Ninguno de los dos jugadores se caracterizan por hacer protestas airadas hacia los colegiados cuando éstos no realizan bien su labor, sino más bien todo lo contrario: respetan su decisión y siguen adelante con el juego, que al fin y al cabo es de lo que se trata.

Aunque Karim Benzema no es precisamente un jugador de sangre caliente, al menos demuestra que, incluso en las decisiones arbítrales más injustas, sabe mantener la compostura. Y buena prueba de ello es que, en los 56 partidos oficiales que lleva como jugador del Real Madrid, el ex del Olympique de Lyon hha visto tan solo una amarilla. Fue ante el Levante en la Copa del Rey, y todo vino tras una brusca entrada de un defensor levantinista, ante la cual Benzema reaccionó de manera algo brusca. Jugadores así son los que dignifican el juego limpio, que debe ser la esencia del fútbol. Y Benzema, si sigue el camino marcado por Raúl a todos los niveles (y no únicamente en éste) dejará huella en el Real Madrid.



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