Hasta siempre Diarrá

La aportación de Diarra ha ido decreciendo y nunca fue la deseada

El jugador malí llegó en la época de Calderón y sólo se le recuerda un hecho positivo, el gol que marcó en el partido decisivo que acabó dándole la liga al equipo que entonces dirigía Capello. Con 29 años, pone rumbo a Mónaco para reencontrarse con la League One, el campeonato donde mostró todas las condiciones que no hemos podido ver en el Real Madrid.

Diarrá ha jugado cuatro temporadas y media en el Real Madrid y cada vez ha contado menos para los entrenadores. Lleva tres temporadas sin contar para nadie, pero su ficha astronómica le ha hecho permanecer en el equipo.

Mourinho sólo le ha alineado en nueve partidos está temporada, contando todas las competiciones. Diarra sólo había jugado 24 minutos en Liga, un dato que demuestra el peso económico que se quita el Madrid de encima.

Además, Diarra no estaba contento con su situación y no entendía cómo no contaba con más minutos. Momo era muy querido en el vestuario, pero su conversación con Granero en la Romareda creó mucha desconfianza en el Club.

Mahamadou llegó con el cartel de recuperador de balones incansable, pero su poca habilidad para la circulación le ha acabado condenando. Mahamadou perdía más balones que los que recuperaba y demostró que el Real Madrid le quedaba algo grande. Quizás, en Mónaco con otro sistema puede demostrar muchas cosas, pero con este traspaso todas las partes han salido ganando.

A partir de ahora, el Madrid debe pensar en la contratación de otro tipo de jugador para el mediocampo del año que viene. Xabi Alonso no tiene relevo natural en el equipo y cualquier lesión del vasco dejaría al Madrid con poca circulación de balón. Por último, Diarra deja libre su dorsal para que Adebayor tenga uno disponible. 



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