Mourinho quiere llegar a los nueve años invicto como local

El portugués, a por otro récord.

José Mourinho consigue todo aquello que se propone. No paró hasta que vio cumplido su deseo de fichar a otro delantero centro. Consiguió ganar más peso en la parcela deportiva de la entidad apartando a Valdano de su lado, y ahora está a menos de 48 horas de conseguir un récord que, a buen seguro, pasará a los anales de la historia del fútbol.

 

Porque el de Setúbal está a tan solo un partido de llegar a los nueve años como invicto jugando como local en Liga. Por nadie era desconocido que Mourinho, en su periplo por las grandes Ligas del fútbol europeo, ha conseguido establecer marcas increíbles tanto a nivel colectivo como individual. Pero conseguir con hasta cuatro equipos distintos una marca como la que va a conseguir el bueno de Mourinho este fin de semana tardará años y años en repetirse.

Apunten la fecha del 23 de febrero del año 2002. Ese fue el último día en el que, tras partido de Liga, Mourinho se fue cabreado a su casa. Por aquél entonces entrenaba al Oporto, y ese día perdió de manera sorprendente en el estadio de Dragao ante el Beira Mar por 2-3. Fue su última derrota en Liga en su carrera profesional, y de ahí en adelante, en sus periplos como entrenador del Chelsea, el Inter y el Real Madrid, ha conseguido hacer de sus respectivos estadios (Stamford Bridge, San Siro y Santiago Bernabéu) sendos fortines.

En los 147 encuentros posteriores a esa derrota, el balance de Mourinho no puede ser más demoledor: 122 victorias y 25 empates. 11 de esos triunfos han llegado casualmente como entrenador del Real Madrid, pero a esto hay que añadirle un dato más: el Real Madrid, en los 18 partidos que hasta el momento ha disputado en el Santiago Bernabéu entre Liga, Copa y Champions, ha sumado sólo victorias.

¿Tendrá algo que ver la presencia de Mourinho en el banco? Todo hace indicar que sí. Pese a las críticas feroces que desde diversos medios de comunicación ha recibido el portugués, éste sigue empeñado en hacer historia con el Real Madrid, y de paso redondear un palmarés el suyo que, ciertamente, ya le gustaría a cualquiera tenerlo. Sólo decir que Guardiola, en su periplo como entrenador blaugrana, ha perdido como local en el Camp Nou tres partidos. ¿Qué más hace falta decir para encumbrar a Mourinho como el mejor entrenador del mundo?



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