Sin margen para las concesiones

José Mourinho sacó un once titular con menos cambios de los previstos.

José Mourinho parece haber captado a la perfección el mensaje: el Real Madrid están en la obligación de darlo todo en el campo hasta que las matemáticas digan que ya no hay nada que hacer. Bajo esta premisa, y pese a la dificultad que conllevaba el decidir el equipo titular para jugar en San Mamés ante lo que se le avecina al equipo blanco, el once que finalmente sacó el portugués estuvo finalmente a la altura de las circunstancias.

 

La sombra del Tottenham y el Barcelona, contra los que se vivirán cuatro enfrentamientos en el próximo mes si una desgracia en forma de eliminación no lo remedia, es muy alargada. A ello hay que sumarle los ocho puntos de diferencia que separaban a culés y madridistas antes del comienzo de la presente jornada liguera, lo que invita a mentalizarse en otros objetivos tales como la Champions y la Copa para así dejar de lado la Liga.

Debido a estos condicionantes, el equipo con el que salió el Real Madrid a medirse al Athletic de Bilbao presentó más novedades de las inicialmente previstas, señal de que Mourinho da menos preferencia a la Liga. Un equipo titular que fue el formado por Casillas en la portería; Sergio Ramos, Garay, Albiol y Arbeloa en defensa; Pepe y Lass en el doble pivote; y un cuarteto ofensivo formado por Granero, Di María, Kaká e Higuaín.

 



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