Los árbitros ponen al Madrid en el paredón

Los números demuestran que los colegiados no le pasan una al Madrid

El pasado sábado numerosos aficionados madridistas que acudieron al Santiago Bernabéu salieron consternados por el dantesco espectáculo que dio el Atlético de Madrid en el derbi. Ya lo había anunciado con anterioridad su técnico Gregorio Manzano, porque iban al campo madridista a colgarse del larguero y a jugar duro. El problema es que esa dureza se tornó en casi violencia, acabando con dos expulsados cuando deberían haber sido cinco. Sin embargo, el colegiado Mateu Lahoz se dedicó a mirar a otro lado, siguiendo un baremo totalmente distinto al que se le viene aplicando al Real Madrid.

Para bien y para mal, el Real Madrid es un equipo especial. Los colegiados no lo tratan como a un conjunto más y no lo arbitran con normalidad. Su tendencia es masacar al equipo a base de tarjetas, de manera que jugadores acaban siendo apercibidos por no hacer prácticamente nada. No hay más que recordar lo sucedido en septiembre en el Ciudad de Valencia, cuando Khedira hizo dos faltas en el partido y vio la roja, dejando al equipo con 10 en el único encuentro que ha perdido en lo que llevamos de Liga.

Otro ejemplo es Kaká. El brasileño apenas lleva siete faltas y su estilo de juego no es para nada agresivo. Pues bien, el mediapunta ya tiene una tarjeta amarilla en su haber, la que vio ante el Villarreal. Mientras tanto, su compañero Carvalho viene jugando poco últimamente, pero cuando lo hizo vio 3 amarillas por solo 8 faltas. Aunque, eso sí, Di María todavía presenta datos más sorprendentes, pues aunque únicamente lleva 9 faltas cometidas, ya ha visto tres amarillas (una doble) y ha sido expulsado ante el Rayo Vallecano.

Ni siquiera Granero, el jugador con menos minutos de la plantilla junto al tercer portero Adán, ha logrado escaparse de este acoso arbitral. En 16 minutos que ha disputado en Liga se ha llevado una amarilla por la ¡única! falta que ha hecho, en Mestalla. Son cinco casos sangrantes que desprenden una lectura sospechosa. Los colegiados tienen la mano muy suelta cuando arbitran al Madrid, mientras que a sus rivales les suelen permitir de todo. Como en Valencia o en el último derbi, ya que tanto Teixeira Vitienes como Mateu Lahoz permitieron, respectivamente, que los rivales masacraran a faltas al Madrid mientras que los jugadores merengues veían la amarilla por nimiedades. Por eso, ser líderes hoy en día tiene un mérito añadido, ya que además de jugar contra el rival, el equipo lo hace contra el desigual criterio arbitral.



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