Mou y la Copa sólo saben dar alegrías

En Málaga llegó la última

Puede sonar a tópico pero es la auténtica realidad. Desde que José Mourinho se hiciera cargo del Real Madrid, la afición del conjunto blanco ha volteado por completo su sensación cada vez que tiene delante un partido de la Copa del Rey.

Lo que otrora eran disgustos: la debacle de Alcorcón, el patinazo ante el Real Unión de Irún o duros golpes ante Mallorca o Betis, se ha transformado en alegría y esperanza con el técnico portugués. El año pasado, con él en el banquillo, el equipo madridista se llevó la mayor alegría de la temporada gracias a la competición del KO, de la que salió victorioso en las narices de su eterno enemigo, el Barcelona.

Esta temporada parece que Mourinho y su Madrid van por el mismo camino, el triunfador en la Copa. Después de dejar en la cuneta al Málaga, lo normal es volvamos a vivir un clásico ante el Barcelona en Copa. Dejar fuera a los de Guardiola podría ser otro brote de alegría inmenso para los aficionados merengues. Las sensaciones, desde luego, son más que buenas.



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