Los 'teatreros' acusan de teatro

El "periodista" Jesús Galindo, uno de los que suelen referirse a la información (o desinformación, según se mire) sobre el Real Madrid en el diario catalán, lanza hoy un duro ataque contra Pepe sin venir a cuento, pidiendo que los árbitros amonesten más al portugués por su presunta violencia en el terreno de juego. Es triste, pero es así. Aún hay quien se atreve a acusar a los demás de violencia teniendo en su equipo a jugadores como Dani Alves, un 'rompepiernas' en toda regla que va de santo pero que en el fondo las mata callando.

Sin embargo, esto no es todo. Y es que, además, se atreve a insinuar que Pepe está haciendo teatro en los últimos partidos. Habría que ver lo que opina el compañero cuando Dani Alves, Busquets o Pedro hacen gala de su buena interpretación, simulando todo tipo de infracciones inexistentes por parte del rival y consiguiendo su propósito de verlo expulsado en la mayoría de ocasiones. Precisamente Pepe sabe algo de eso, pero en la caverna culé siguen viendo lo que les interesa, y nada más.

Sólo así se explica que, al igual que hiciera ayer Pérez de Rozas con el árbitro en un artículo para El Periódico, el autor confundiera los hechos de Pepe con Casquero de hace varias temporadas con la temporada pasada: "No hay que olvidar tampoco su patada a la espalda de Casquero la pasada temporada cuando el getafense estaba tendido en el suelo". ¿O tal vez no los confundió? Puede que les interese hacer este hecho más cercano para que no se olvide, aunque cruces de cables los hay en todos los sitios. Si no que le pregunten a Messi que se le pasó por la cabeza antes de atizar al público del Bernabéu con un balonazo.

En cualquier caso, en Barcelona comienzan a quedarse solos en esa visión particular del fútbol de hoy en día. El artículo de Galindo ha tenido repercusión internacional, y en países como Portugal e Italia los medios cuentan lo que dice la prensa barcelonista sobre el central luso. No hacen juicios de valor al respecto, y ese simple hecho demuestra que no deben estar muy de acuerdo con este tipo de periodismo que hace la caverna, más propio de aficionados cegados que de profesionales de la información.

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