Prohibido resbalar en Getafe

El Real Madrid aun no ha ganado ningún partido oficial. Puede sonar raro, que lo es, aunque tampoco es para encender las alarmas, quemar el Bernabéu y cambiar el color de la camiseta. En primer lugar, porque sólo se han jugado dos encuentros no amistosos, y en segundo, porque en uno se empató ante el tercer mejor equipo de España y en otro se perdió por la mínima en el estadio del subcampeón de Liga. Por eso, en el Real Madrid se habla de calma y no de desesperación.

Eso sí, no caer en alarmismos no significa girar la cabeza para otro lado y pensar que todo es óptimo. Tampoco es eso. Ante el Valencia y el Barcelona el Real Madrid no estuvo bien. Físicamente al equipo todavía le falta mucho para poder desplegar ese juego eléctrico que tanto practican sus jugadores. Por eso, y como no hay varita mágica que en tres días cambie un tanque de gasolina a medio llenar por uno que sobresalga, el Madrid está obligado a ganar en Getafe. Jugando mejor o peor, pero obligado está.

Con el calendario apretado desde el principio, hoy Getafe, próximo miércoles, Supercopa ante el Barcelona, y el domingo choque ante el Granada, no sería de extrañar que Mourinho moviera piezas buscando oxígeno, movilidad y chispa. Características que no han aflorado en los primeros partidos de los blancos, que ya aparecerán según avancen los partidos, pero a las que no se puede esperar para sumar los tres puntos que se ponen en juego en Getafe. Tres partidos consecutivos sin ganar ya sería mucho. Y eso el vestuario blanco lo tiene muy claro. Hoy está prohibido fallar.

Reportajes DC