Carvalho, un refuerzo fuera del mercado

El portugués regresó al primer equipo y estará a las órdenes de Mourinho

Así lo ha querido Ricardo Carvalho. El pasado verano José Mourinho le dejó clara su situación en el Real Madrid y le enseñó la puerta de salida porque no iba a poder darle lo que él pedía, la titularidad y minutos en el campo. Sin embargo, el jugador ha preferido mantenerse en el Madrid, aún a sabiendas de que su papel en el club iba a ser terciario. No le ha convencido ninguna de las numerosas ofertas que ha tenido y ahora se prepara para intentar 'arañar' algunos minutos durante la temporada.

 

 

A pesar de todo, han sido unas semanas duras para el central. Desde mediados de julio lleva trabajando apartado del resto de sus compañeros, intentando no perder la forma por si llegaba la oferta que le permitiera hacer las maletas. Un internacional experimentado como él trabajando día a día con los chavales del Real Madrid Castilla, a la espera de que se solucionara su futuro. Sin embargo, él ha querido que todo siguiera igual, ha optado por mantenerse en el ostracismo a sabiendas de lo perjudicial que podía ser para su carrera, la cual agota sus últimos días.

Diez días de septiembre han tenido que pasar para que Mourinho y Carvalho hayan acordado el regreso del jugador a la dinámica del grupo. Coincidiendo con la ausencia de la mayoría de internacionales por estar concentrados con sus selecciones, el técnico decidió que ya era momento de recuperar al zaguero para el trabajo diario. Un refuerzo de lujo en los entrenamientos y, quién sabe, quizás para algún partido del primer equipo. Porque aunque Ricardo ya tiene 34 años y su rendimiento ha bajado en picado en el último año, aún puede que tenga algo de buen fútbol en sus botas. Desde luego, pocos hay como él que dispongan de su misma experiencia y veteranía.

Solo el tiempo dirá si Carvalho acaba teniendo alguna oportunidad. De momento el futbolista queda como quinto central de la plantilla tras Albiol y Varane, por lo que solo en ausencia de éstos y de alguno de los titulares (Ramos o Pepe) se plantearía el entrenador recurrir a él. Lo único claro es que el jugador ha tomado la decisión de quedarse con todas las consecuencias. Mourinho comentó hace unos días que "le conozco desde que es un niño y no ha nacido para ser suplente, tiene demasiada autoestima para ello". Pues bien, ahora no va a tener más remedio que serlo por decisión propia. Seguramente no dé todo por perdido y todavía tenga esperanzas de ser importante en el equipo. Por lo pronto, desde ayer, lo tiene un poquito más fácil...



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