Como se esperaba, la puesta en escena del partido nos permitió ver un choque igualado. De hecho, por momentos hubo más fallos de los habituales por parte de ambos equipos. El marcador a los siete minutos de inicio era más que corto (9-10 min.7). Eso sí, antes de llegar a la finalización del periodo, ambos equipos comenzaron a entonarse, destacando por parte madridista los puntos de Rudy y Ayón (21-18 min.10).
El segundo cuarto fue el de los parciales de ida y vuelta. El partido seguía igualado, pero hubo un momento en el que el Real Madrid empezó a flojear atrás. De hecho, Pablo Laso lo resumió todo a la perfección en un tiempo muerto en el que habló de intentar arreglar en la parcela ofensiva lo que no se estaba haciendo atrás. Los blancos llegaron a estar siete puntos abajo (42-35 min.18). Eso sí, la reacción merengue no se hizo esperar y, con varias buenas defensas consecutivas, el partido se volvió a ajustar hasta la llegada del intermedio teniendo como colofón un robo de balón con mate de Rudy Fernández (42-41 min.20).
El tercer cuarto, como le ha venido pasando al Real Madrid a lo largo de toda la Copa, fue talismán. Después de que Laso repasara con sus hombres en el descanso lo bueno y lo malo de la primera parte se vio que el equipo blanco mejoraba su defensa de forma importante, a pesar de que en la faceta reboteadora los números no le favorecían. Después de siete minutos de máxima igualdad (53-53 min.27), el Madrid dio un buen golpe de final de cuarto rematado con un canastón final de Ayón sobre la bocina (57-65 min.30).
A pesar de que el Madrid había conseguido una pequeña brecha en el marcador lo cierto es que la entrada en el último cuarto de los blancos no fue la mejor. De hecho, el 6-0 de salida devolvía la igualdad a un partido que siempre estuvo parejo. Eso sí, el Madrid siempre mantenía la delantera aunque las distancias fueran cortas. Con todo esto, el arbitraje intentó cobrarse su cuota de pantalla teniendo su culmen en una acción de Llull que pitaron como flopping cuando Tomic lo tumbó en un bloqueo. A pesar de ello, el Real Madrid no se descompuso y aguantó el tipo como un gran campeón. Una bandeja de Sergio Rodríguez a falta de cuatro segundos dejaba el partido sentenciado y reconocía al Real Madrid como el justo ganador de esta Copa (71-77).
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