Los Suns se quedan con Stoudemire y despiden a Porter





El gerente general de los Suns, Steve Kerr, comprobó de primera mano que traspasar a un jugador franquicia no es nada fácil y menos hacerlo a la mitad de la temporada, cuando los equipos ganadores que han demostrado que pueden estar en la lucha por conseguir el título no van a desmantelar lo que les está funcionando. Es cierto que los Suns ofrecieron a Stoudemire, su líder encestador con promedios esta temporada de 21 puntos y 8,1 rebotes, a varios equipos, pero lo que pedían a cambio era algo "prohibitivo".

Además, los efectos de la grave crisis económica que afecta al país ya se han hecho sentir en el aspecto de ingresos de los equipos de la NBA, aunque el comisionado David Stern, durante la gran fiesta del Fin de Semana de las Estrellas, dijese que estaban preparados para perder lo menos posible. Stoudemire, que tiene un salario de 15 millones de dólares anuales, no es el jugador que pueda encajar fácil en cualquier equipo y más en estos momentos de crisis económica.

Actualmente, 14 de los 30 equipos que configuran la NBA tienen marca perdedora, lo que genera poco interés entre sus seguidores, y supone que los ingresos por asistencia de espectadores ya han comenzado a sentirse. Aunque, Stoudemire ya había asimilado la posibilidad real de dejar a los Suns, también advirtió que sólo se iría a un equipo que tuviese opciones de luchar por un título. "Estoy convencido de que si tengo que irme de Phoenix será para formar parte de un equipo que pueda luchar por estar no sólo en la fase final sino también con opciones al título de liga", comentó Stoudemire, que la pasada noche jugó con las estrellas de la Conferencia Oeste.

Porter no cayó bien a la plantilla


Ante esta realidad y la insatisfacción, que el dueño del equipo, Robert Sarver, tiene por la marcha deportiva de los Suns, a Kerr no le quedó más remedio que despedir hoy, lunes, a su amigo Porter, al que había firmado el pasado verano con un contrato por tres años y sólo ha durado cuatro meses en el cargo de entrenador. Al margen de la presión de Sarver, Kerr también comprendió, desde que Porter comenzó a trabajar con el equipo, que sus métodos para establecer un nuevo sistema de juego, con mejor defensa y un ataque mucho más de medio campo que de saque rápido, no cayó bien dentro de la plantilla.

Porter, uno de los profesionales más disciplinados y serios que había en la NBA durante su época de jugador, en los años estelares de los Trail Blazers de Portland a finales de la década de los 80 y comienzos de los noventa, quiso imponer el mismo estilo en una plantilla que había vivido todo lo contrario. Durante cuatro años los jugadores de los Suns habían trabajado bajo las órdenes de Mike D'Antoni, que sólo disfruta con el baloncesto de ataque completo, pero para nada le preocupa la defensa y de ahí que nunca en la fase final pudo superar la barrera de Los Ángeles Lakers y de los Spurs de San Antonio.

Precisamente, Porter se formó bajo la dirección del entrenador de los Spurs, Gregg Popovich, un maestro en los sistemas defensivos, que era lo que su discípulo quiso establecer con los Suns, sin éxito. Además, la relación personal de Porter con los jugadores tampoco fue la mejor desde el principio y se complicaron aún más las cosas con el traspaso de Raja Bell y el francés Boris Diaw a los Bobcats de Charlotte por el escolta Jason Richardson, que no tenido más que problemas con la ley desde que llegó a Phoenix el pasado diciembre. La pasada noche fue detenido por la policía después de ir a más de 80 kilómetros por hora del límite de velocidad establecida y con su hijo de tres años dentro del vehículo sin que estuviese sentado y sujeto en la silla reglamentaria que exige la ley.

Después de pasar cuatro horas detenido quedó en libertad y tendrá que hacer frente a los cargos de conducir de forma imprudente e infringir la ley en el transporte de un menor. El pasado diciembre también fue detenido por la policía al conducir bajo los efectos del alcohol. Los Suns, después de dar a conocer el despido oficial de Porter y nombrar al entrenador asistente Alvin Gentry como el responsable interino del equipo, ofrecieron un comunicado en el que se informaba de que Richardson había sido suspendido con un partido sin sueldo.

El castigo le supondrá a Richardson la perdida de 111.111 dólares, que es la parte proporcional de los 12,2 millones de dólares que tiene de salario esta temporada. Mientras, Kerr dijo que esperaban que el equipo, con marca de 28-23, pero noveno en la Conferencia Oeste, vaya a más gracias a la dirección de Gentry, un hombre de confianza de D'Antoni, que también goza de una gran popularidad entre los jugadores. Kerr dijo que la opción del equipo había sido darle la oportunidad a Gentry para que trabaje hasta el final de temporada y ver cómo desarrolla al máximo todo el potencial que hay dentro de la plantilla.