1957: El Real Madrid levanta la 'Segunda' en casa

DC repasa las mejores instantáneas de la historia madridista


El Real Madrid ganó la Copa de Europa de 1957 en el Santiago Bernabéu




El rival de esta ocasión era la Fiorentina, el campeón de la Liga italiana de la temporada 1955/56. Los transalpinos habían logrado la clasificación tras arrasar en su campeonato local durante la campaña previa, en el que habían campeonado tras sacar 12 de puntos de ventaja respecto al Milan. Y tras ello habían logrado colarse en la finalísima tras permanecer invictos en las rondas eliminatorias, en las que habían eliminado sucesivamente a Norköpping sueco (1-0 y 1-1), Grasshopper suizo (3-1 y 2-2) y el Estrella Roja de Yugoslavia (0-1 y 0-0).

El rival era de nivel, por lo que el estadio de Chamartín se engalanó el 30 de mayo de 1957 para vivir una gran fiesta del fútbol. El feudo merengue presentó esa tarde un lleno a rebosar, con 120.000 seguidores en las gradas generando una auténtica 'olla a presión' en favor de los suyos. Todo estaba listo para que los españoles lograran revalidar el título, pero lo cierto es que nada fue tan fácil como podía parecer en un principio, porque la Fiorentina se plantó en la capital de España haciendo gala del oficio y la profesionalidad que históricamente siempre se le ha atribuido a los equipos italianos.

Además los visitantes contaban entre sus filas con el peligroso delantero Virgili, estrella de la 'azzurra', además de otros grandes jugadores como el brasileño Julinho o el atacante italo-argentino Montuori. Todo el mundo daba por ganador al Real Madrid, pero el técnico Villalonga no las tenía todas consigo e incluso llegó a cambiar de equipo a última hora. El defensa Juan Santisteban contaría después la anécdota de que el entrenador le comentó unas horas antes de jugar que preparara sus botas porque tenía intención de ponerle; aunque posteriormente se dio cuenta de que no iba a ser así porque el propio Villalonga empezó a rehuirle. "Me dí cuenta de que había cambiado de opinión. Pensó que era demasiado joven" destacó el sevillano, quien por entonces tenía solo 19 años.

Paco Gento en un lance del partido ante la Fiorentina
Paco Gento centra en una jugada de la final de la Copa de Europa 1956/57 entre el Real Madrid y la Fiorentina.

Finalmente el Real Madrid formó con un equipo similar al que había eliminado unas semanas antes al Manchester United, con la única novedad del lateral Torres por Becerril. Según contó Marquitos la única consigna del 'míster' fue jugar con calma para impedir que la Fiorentina lograra adelantarse en el marcador y sacara partido de los nervios de los españoles. Y es que, como después quedó demostrado durante el partido, la Fiorentina se plantó en la final con la intención de no perder el orden para sacar provecho de una de las pocas ocasiones con las que pudieran contar.


Así pues, el partido fue duro y trabado. El Real Madrid dominó durante todo el tiempo, pero sin encontrar la forma de 'meterle mano' a su rival. Durante 70 minutos los locales se hicieron merecedores de la victoria, pero no encontraron la forma de conseguirla. Aunque por suerte contaban con una importante baza a favor: la de Alfredo Di Stéfano. El argentino tomó la responsabilidad de ejecutar en ese minuto 70 un penalti que había sido cometido sobre Marquitos y no falló. Fue un tanto liberador que al mismo tiempo hizo trizas los planes del conjunto transalpino, ya que a partir de ese momento la Fiorentina demostró no tener 'plan B'.

En cambio, el Real Madrid se creció con el resultado y el público a favor, por lo que sólo seis minutos después Paco Gento sentenció la final al plantarse en el mano a mano ante Sarti y batirle con solvencia. Fue el 2-0 definitivo y la culminación de una tarde histórica en el Santiago Bernabéu. Una vez que pitó el colegiado las gradas se llenaron de pañuelos blancos en homenaje al bicampeón, un equipo que había vuelto a hacer historia levantando el trofeo más importante de Europa. En 1957 el campeón volvía a jugar de blanco, y lo que todavía quedaba por delante...