Todo comenzaría en enero de 1989. El Sadar recibía a ‘palos’ al equipo madridista, con pitos, bengalas y hasta con lanzamiento de objetos. Mediada la segunda parte, un petardo lanzado desde el fondo Sur impactaba en Paco Buyo. Socorro González suspendía el encuentro y el partido se disputaría días más tarde a puerta cerrada.
Precisamente, en La Romareda-lugar donde se disputó el encuentro a puerta cerrada-, Hugo Sánchez marcaría el tanto del empate de falta, un tanto muy protestado por los rojillos que alegaban que el balón no había entrado por completo. Jan Urban, se tomaba cumplida venganza un año después, marcando tres goles en la sonora goleada navarra por 0-4 en Chamartín. El público terminaría despidiendo a los suyos a base de ‘almohadillas’.
Los más jóvenes recordarán el pique entre Pandiani y Cristiano Ronaldo o los golazos del luso y Benzema en la 11-12 en el Reyno de Navarra. La Liga recupera este fin de semana un partido ‘clásico’ del fútbol español que en los últimos años siempre ha venido cargado de polémica, y por cierto, casi siempre de victorias madridistas.
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