En el primer saco meto a Higuaín y en el segundo a otros como Albiol, Kaká o Lass, además de Carvalho, que parece que saldrá del equipo de forma silenciosa. En ese caso, igual sí que habría que cubrir sus posibles salidas con alguna contratación más o con alguna apuesta por la cantera, que para algo está, aunque esta última opción la veo más complicada, no por capacidad de jugadores como Nacho Fernández o Carvajal, por ejemplo, sino porque Mourinho no termina de verle recorrido a los cachorros de la fábrica. Y no hablo de ponerles 60 partidos de titulares ni en la final de la Champions. Puntualizo para no llevar a nadie al error de interpretación.
Lo que está claro es que los fichajes del Real Madrid en la temporada 2011-12 no han sido los más acertados, o por lo menos no han rendido de la forma en que Mourinho habría deseado. Y no lo digo yo, lo dicen los datos y lo corrobora de forma indirecta el entrenador blanco. Sinceramente, creo que de todos los nuevos sólo aprueban Varane y Callejón. A Sahin no le hemos visto por culpa de las lesiones y porque Mourinho no le ha debido de ver en condiciones una vez ha tenido el alta médica, de Altintop no esperaba demasiado, pero ni siquiera por su experiencia ha salido airoso, y Coentrao ha alternado actuaciones buenas con otras irregulares, eso sí, siempre perseguido por la losa de los 30 millones de euros que costó su fichaje. La evidencia es clara, las castañas del fuego las han tenido que sacar los jugadores que estaban en plantilla el año anterior. El mejor ejemplo son los 11 titulares del decisivo partido ante el Bayern en el Bernabéu, y los tres jugadores que entraron de refresco: ninguno de los fichajes 2011-12 estaba entre esos 14 futbolistas. Eso es algo a tener en cuenta, y que como en toda gran empresa debe corregirse para no volver a caer en el mismo error.
Cuando el Madrid se proclame campeón de Liga, que lo hará tarde o temprano, arrancará el baile de nombres que habitualmente persigue a los blancos de enero a diciembre, pero que se intensifica los meses de junio, julio y agosto. Llevo tres años diciendo que el Real Madrid debería fichar a Silva, y aunque sea ya una cuestión personal, reiteraré aquello de ‘nunca es tarde si la dicha es buena’. A partir de aquí, que sean los que saben de fútbol los que tomen las correspondientes decisiones al respecto y, si es posible, que atinen con los nombres de los ‘afortunados’.
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