Todos los ojos estaban puestos sobre el árbitro después del festival de Undiano Mallenco en el Clásico del pasado domingo. Y González González estuvo más o menos en el nivel que debe estar un colegiado, sin demasiados errores. Aunque, eso sí, el error más grave del encuentro volvió a perjudicar al Real Madrid. Y es que no señaló un penalti sobre Cristiano Ronaldo.
Al borde del descanso, el delantero portugués del Real Madrid se plantaba ante Beto y le superaba por arriba con una vaselina a la que llegó muy forzado. Sin embargo, el portero del Sevilla se lo llevó por delante, atropellándolo y cometiendo un penalti que, por más que el balón ya hubiera pasado, debió ser señalado. El Real Madrid se habría ido al descanso, en caso de marcar, con 1-2 en el marcador.
Esta jugada condicionó el encuentro, dado que con el marcador a favor el equipo blanco no habría tenido que irse arriba y nunca habría llegado la jugada del 2-1, obra de Bacca. Sin ser un escándalo como el pasado domingo, una vez más el arbitraje dejó al Real Madrid en la estacada. Otra más...
DEJA TU COMENTARIO