La lesión le llegó en el peor momento posible de la temporada, pues por entonces el equipo blanco estaba iniciando los meses claves de la campaña. De hecho, Jesé se 'rompió' en el partido de vuelta de octavos de la Champions ante el Schalke, por lo que dijo adiós al curso. Esto propició que se le clavaran hasta tres 'espinitas' diferentes, ya que por este problema se quedó con las ganas de disputar los partidos más importantes de la temporada con el equipo blanco, así como el Mundial de Brasil y la fase de clasificación para la Eurocopa Sub'21 en la que España acabó cayendo ante Serbia.
En primer lugar el futbolista no pudo ayudar a sus compañeros de club cuando más falta les hacía, especialmente en las finales de la Copa del Rey y la Champions. El canario les acompañó como espectador en ambas, pero le tocó 'sufrir' desde la grada. Posteriormente en la Liga tampoco tuvo la posibilidad de ayudar para sumar los puntos decisivos, por lo que el propio Ancelotti llegó a asegurar que quizá las cosas podrían haber sido distintas de haber podido contado con él, pues Jesé demostró ser un gran revulsivo para el equipo en los partidos más complicados.
Más tarde llegó el momento de la convocatoria mundialista, pero como es lógico el jugador se quedó fuera de la lista tras haberse hecho merecedor de un puesto durante los primeros meses del año. Ahí quizá perdió una gran oportunidad para debutar con España en un Mundial, mientras que la selección se quedó sin la opción de contar con uno de los delanteros jóvenes más desequilibrantes de Europa. Y por último el pasado mes de octubre tampoco pudo estar en el campo para ayudar a sus compañeros de la 'Sub'21' a eliminar a Serbia en la eliminatoria clasificatoria para la Eurocopa de la categoría, torneo que a su vez da opción para estar en los Juegos Olímpicos de Brasil 2016.
Por tanto han sido muchas las decepciones que se ha llevado el jugador en los últimos meses, aunque por fortuna poco a poco eso empieza a ser pasado. Ahora Jesé sólo tiene su mente puesta en su regreso a los terrenos de juego, el cual podría darse el próximo 2 de diciembre en el Santiago Bernabéu ante el Cornellà. Para ello aún restan casi tres semanas, tiempo suficiente para terminar de poner a punto su rodilla, de forma que el día elegido no haya peligro de recaída. Sólo a partir de entonces podrá volver a sentirse futbolista y tendrá la oportunidad de quitarse este mal sabor de boca con los goles, las asistencias y el fútbol que sólo sabe hacer él.
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