Desde el primer minuto el Bayer Leverkusen advirtió al Atlético de Madrid que estaba dispuesto a ir a la guerra de patadas y se puso a repartir al más puro estilo Simeone. Los rojiblancos se quedaron perplejos ante el juego alemán, sobre todo cuando Siqueira y Saúl se tuvieron que marchar lesionados antes del descanso y sin que el Atlético fuese capaz de generar peligro, salvo en una jugada coral en el descuento.
Tras el paso por los vestuarios Simeone intentó recomponer a sus hombres, pero cuando empezaban a asentarse, Chalhanoglu después de una gran jugada de Bellarabi que arrastró a la defensa. El Atlético estaba tocado y terminó por hundirse con la expulsión de Tiago, que pese a tener una amarilla se lanzó al suelo para cortar una contra y se llevó por delante a un rival.
En los minutos finales el Atlético intentó correr a la desesperada para lograr el empate con la entrada de Torres, que sustituyó a un ‘tocado' Arda Turan. En esas el árbitro le anuló un gol a los rojiblancos porque el balón había salido por línea de fondo en el pase de la muerte. Los de Simeone tendrán que remontar en el Calderón en la vuelta, teniendo en cuenta que con el 1-0 un gol del Bayer les obligaría a hacer tres tantos.
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