La negativa del Real Madrid a albergar la próxima final de la Copa del Rey no obecece a un simple capricho, sino que está fundamentada en experiencias previas. En el club blanco no quieren ser cómplices y parte de lo que algunos aficionados pretenden que sea una fiesta del 'independentismo', ya que se espera que el 30 de mayo se produzca una sonora pitada al himno de España, como ya ocurriera en las dos finales previas protagonizadas por estos dos equipos, en 2009 y 2012. Pero este no es el último argumento de peso que ofrece la historia, porque en la última final jugada por el Barcelona en el Bernabéu - ante el Betis en 1997 - el estadio madridista quedó hecho una 'pena' después de que aficionados culés se dedicaran a destrozar sus instalaciones. Baños, asientos, paredes y demás sufrieron el vandalismo de algunos seguidores que asistieron al partido, tal y como muestra el siguiente vídeo del programa 'Jugones'. Así que la simple idea de que esto se pudiera repetir en 2015 asquea a todo el madridismo, por lo que la directiva merengue ya ha tomado la decisión de negarse a prestar su 'casa'.
DEJA TU COMENTARIO