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Si hubo un asunto que generó cierta impotencia en el entrenador portugués fue el de las jugadas a balón parado. En varias ocasiones José Mourinho compareció en rueda de prensa para asegurar que él trabajaba este aspecto con los jugadores, pero luego a la hora de la verdad los fallos individuales en momentos puntuales estropeaban su trabajo. Así, la sangría fue haciéndose cada vez mayor hasta que el equipo llegó alcanzar números alarmantes al final de la temporada pasada: el 34% de los goles que recibía era tras una jugada iniciada en estático.
Pero con la llegada de Ancelotti se espera que la historia cambie. Como se suele decir, 'cada maestrillo tiene su librillo' y la presencia del italiano debería modificar los hábitos a la hora de defender estas jugadas. Sin embargo, en el choque ante el Everton del pasado sábado se evidenció que el equipo todavía sigue 'muy verde', pues el equipo inglés tuvo hasta dos ocasiones clarísimas tras saques de córner y Casillas volvió a mostrar cierta inseguridad cuando el balón sobrevolaba su cabeza. Por un encuentro los 'fantasmas' volvieron a aparecer, por lo que ahora uno de los objetivos de Ancelotti es trabajar duro sobre este asunto.
De hecho, el transalpino ya ha hablado con sus jugadores para hacerles llegar la importancia de tener una sólida defensa para que todo marche en ataque. Su tarea promete ser mayúscula, pues no se puede olvidar que en defensa el equipo solo ha incorporado a Carvajal. Por lo tanto, el Madrid de este año contará prácticamente con los mismos defensas que la temporada pasada, es decir, los jugadores que por entonces tuvieron problemas para defender las jugadas a balón parado. Algo que obligará a Ancelotti a realizar un trabajo específico con ellos muy diferente al de Mourinho, ya que el portugués se ha ido dejando algunas goteras que habrá que tapar cuanto antes por el bien del equipo.
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