Boris Johnson boicoteó a la Superliga amenazando con dar los partidos de los ingleses en abierto

El Gobierno británico barajó varias amenazas para destruir la Superliga.

El anuncio de la Superliga no sentó nada bien al Gobierno de Inglaterra, por lo que idearon elaborar un plan que perjudicara directamente a los seis clubes ingleses que figuraban en el proyecto. Una amenaza para conseguir derrumbar la nueva competición. 

El objetivo era boicotear la Superliga quitándole uno de los ingresos que les salvaría de la trágica situación. Los ministros ingleses pretendían dar los partidos en abierto para recortar los ingresos procedentes de los derechos televisivos. 

Esta maléfica idea procedía del primer ministro junto con el secretario de Cultura. Boris Johnson y Oliver Dowden idearon un plan para amenazar a los seis equipos ingleses que habían firmado la propuesta. 

Esta fue una de las medidas que el gobierno inglés tenía pensado llevar a cabo para paralizar la Superliga, pero no la única. También se habló de una posible ley para la reforma de la competición y nuevas reglas fiscales para evitar que los clubes fundadores tuvieran el poder, según aseguró Daily Mail. 

Exclusivamente este plan para boicotear la Superliga se diseñó para atemorizar al ‘big six’ y conseguir que se bajaran del barco antes de emprender el viaje, tal y como ocurrió horas después. (Ceferin se subió 450.000 euros su salario... en plena pandemia).

El Gobierno británico sacó toda la artillería pesado y ganó el pulso. Arsenal, Tottenham, Chelsea, Liverpool, Manchester City y Manchester United se echaron atrás por el miedo. 

Boris Johnson estaba preparado para demostrarle a los conjuntos ingleses quién era el máximo mandatario del país. Estaba dispuesto a llegar hasta el final para evitar que los clubes europeos mejoraran sus ingresos. 



La impresentabilidad de los ingleses

Después de años trabajando en un proyecto que supondría una reestructuración del fútbol europeo, los equipos de Inglaterra no aguantaron la presión pública y no respetaron su palabra. 

City y Chelsea fueron los primeros en titubear y arrastrar al resto para salirse de la Superliga. Casualmente, estos dos equipos continúan invictos en la lucha por la Champions League. 

Todo parece indicar que el miedo y los intereses se apoderaron de ellos. Esta actitud es agradecida para la UEFA, pues ha conseguido lo que quería: continuar enriqueciéndose a costa del resto. 

Después de este revuelvo, los organizadores le han dado la razón a Florentino de manera indirecta y piensan dar un nuevo enfoque al fútbol europeo. Aseguran que se centraran en los aficionados y valorarán los resultados.



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