Un partido indigno de un campeón de Europa

El equipo blanco jugó una primera parte de vergüenza en el Pizjuán y eso le costó la derrota (3-0).

El Real Madrid saltaba al césped del Pizjuán con una noticia fresca, la derrota del Barcelona en Leganés, un estímulo más que propicio para que los de Lopetegui demostraran concentración, ganas y deseo de ocupar la primera plaza de la Liga en solitario. El reto era grande, pero también el premio...y el fracaso en el que terminó la cosa. 



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