Los iluminados culés que habían calificado de accidente lo del Girona se volvieron a topar con la realidad. La misma que dice que Piqué está en una cuesta abajo descarada, que está para dedicarse al Twitter y a su pasión independentista, pero que de fútbol ya va más que justito. Su ‘cagada’ en la jugada del 2-1 del Leganés fue de las gordas, una especie de pase-despeje hacia un compañero que le sirvió de asistencia a Óscar para consumar la remontada.
De hecho, el Leganés le dio la vuelta al 0-1 de Coutinho en un intervalo de 68 segundos. Ese fue el tiempo que transcurrió entre los minutos 52 y 53 de partido, los que aprovecharon El Zhar y el canterano del Real Madrid, Óscar Rodríguez, para soltarle el bofetón al Barcelona.
Curiosamente, desde que el VAR ha comenzado a funcionar y a hacer su trabajo, al Barcelona se le están empezando a ver las costuras más que nunca. Lo que antes se solucionaba con un gol en fuera de juego, una expulsión al rival y cosas de ese estilo parece que se ha terminado y, con ello, esa ‘flor’ que les mantenía en la cresta de forma artificial. La derrota en Leganés es el mejor ejemplo de un club que está en crisis…gracias, en parte, a las exhibiciones de Piqué.
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