Es cierto que hace tiempo que se trabaja mirando a largo plazo. Fichajes como los de Camavinga o Tchouaméni, sumados a jugadores como Militao, Vinicius o Fede Valverde, aseguran tener una plantilla de mucha calidad y para muchos años, pero todavía queda por apuntalar algunas posiciones.
Benzema, o lo que es lo mismo, el '9', era una de las que más preocupaba. Pero también el centro del campo, donde Modric y Kroos cada vez están más cerca de la retirada, y se necesita la llegada de un jugador de perfil creativo.
Bellingham es el favorito, aunque la irrupción de Enzo Fernández, tanto en el Benfica como en el Mundial, le han colocado en el primer escaparate, incluso planteando la posibilidad de juntar a ambos futbolistas en el Madrid.
Un sueño que parecía difícil por la gran cantidad de clubes que andan detrás de conseguir el fichaje de alguno de los dos, pero que Endrick ha hecho que sea totalmente imposible, por lo que en el club blanco tendrán que decidir.
La llegada del joven delantero brasileño será una alegría. Una promesa que genera mucha ilusión, y cuya proyección no tiene límites. Las comparaciones le sitúan como un atacante capaz de marcar una etapa en el fútbol Mundial.
Pero también supone la llegada de un extracomunitario. Después de que Vinicius, Rodrygo y Militao obtuvieran la nacionalidad española, el Real Madrid no tenía por qué preocuparse. Endrick ocupará una de las tres plazas.
El problema viene en que Vinicius Tobías, lateral del Castilla que el club quiere que se quede y están dispuestos a ejercer el derecho de compra, ocupará otra de las plazas, lo que deja sólo una libre.
Bellingham y Enzo, uno como británico y otro como argentino, también necesitarían hacer uso de una de esas dos plazas, y no parece que se les vaya a fichar para cederle, como sí hubo que hacer con Kubo después del retraso burocrático que hubo en España.
Por lo tanto, Endrick ha metido en un pequeño problema a ambos jugadores. Si soñaban con recalar en el Bernabéu, uno de los dos se va a quedar sin poder verlo hecho realidad, porque el brasileño se ha asegurado que él sí podrá vivirlo.
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