El Atlético de Madrid se ha interesado, en las últimas semanas, por Raphael Varane, que anunciaba hace días su marcha del Manchester United tras tres temporadas defendiendo la camiseta del conjunto de Old Trafford.
Varane, cuyo entorno habría tocado ya la puerta del Real Madrid -se espera la salida de Nacho Fernández-, llegó al Madrid en 2011 por unos 10 millones de euros y jugó en el Bernabéu diez temporadas, hasta recalar en la Premier League.
"Soy del Real, no firmaré por el Atlético", habría reconocido el defensa francés, que se ofreció al Real Madrid sin éxito. En el club merengue nunca contemplaron su regreso, porque cuando se marchó del club, su nivel había bajado bastante. Además, en el Madrid nunca han creído demasiado en las segundas etapas.
El Atlético está buscando un central para reforzar su equipo, y al ser agente libre, Varane era una buena opción. Además, de esta forma podría reivindicarse y demostrar que todavía puede aportar en la élite.
No parece que vaya a cambiar la postura del exjugador del Real Madrid. Se marchó joven, siendo una leyenda del club. Sin embargo, pudo haber sido mucho más grande si hubiese preferido la grandeza del Real Madrid a la gran oferta económica del Manchester.
Aun así, hay que respetar su decisión, porque es totalmente lícita. Él consideró que ya lo había ganado todo en el Real Madrid, y que tenía que vivir una nueva aventura en la Premier.
Hizo algo parecido con la Selección Francesa, que se retiró cuando todavía le quedaban varios años de fútbol por delante. Algunos le acusaron de falta de motivación, pero él es así.
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