El último partido de Liga en el Santiago Bernabéu estuvo marcado por el adiós de Toni Kroos después de que el alemán anunciara, a principios de semana, su retirada del fútbol profesional tras la Eurocopa, que se disputará en su país entre el 14 de junio y el 14 de julio.
Eso no fue óbice para que Carlo Ancelotti apostara por su once de gala, con la excepción de Aurelién Tchouameni -lesionado en su pie izquierdo, es seria duda para la final de Champions-. Eso significaba el regreso de Vinicius a la titularidad después de las rotaciones en La Cerámica el pasado fin de semana, también en ataque.
El ‘7’ del Madrid volvió a ser el mejor en el ataque del equipo. Siempre con sensación de peligro en sus pies, Vini fue desequilibrante y, desde el inicio del partido, volvió loca a la zaga del Betis, ya fuera con regates y asistencias o tirando él mismo del carro y encarando siempre de cara a la portería defendida por Vieites.
En la primera parte, destacó con una muy buena asistencia a Carvajal, que tuvo el primero de la noche. Minutos después, también asistió a Rodrygo -le buscó constantemente e hicieron buenas combinaciones por momentos- y luego tuvo un mano a mano, que le sacó Vietes.
En la segunda parte, Vinicius volvió a ser determinante en el ataque del Madrid, aunque Sokratis paró bien sus estampidas.
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