El Real Madrid empató sin goles, este sábado, ante el Betis en el último partido de Liga en el Santiago Bernabéu, en un partido marcado por la despedida de Toni Kroos después de que el alemán anunciara, a principios de semana, que se retiraba del fútbol profesional tras la Eurocopa, que se disputa en su país entre el 14 de junio y el 14 de julio.
El ‘8’ del Madrid pondrá fin a una etapa de diez años en la que ha conseguido 22 títulos, a los que podría sumar una ‘Orejona’, de ganar el equipo al Borussia Dortmund el próximo 1 de junio en la final de la Champions en el mítico estadio inglés de Wembley, donde, además, el Real Madrid no ha jugado nunca.
Kroos llegó al Real Madrid en el verano del año 2014 después de que el Bayern Múnich no accediera a sus peticiones. De hecho, ha trascendido que Karl-Heinz Rummenigge, entonces director general del conjunto bávaro, no consideraba al centrocampista “un jugador de clase mundial” y, por esta razón, Kroos no renovó su contrato con su ex equipo, que se negó a pagarle una ficha en torno a los 10 millones de euros.
El Madrid aprovechó la desconfianza generada en Múnich hacia Kroos para realizarle una oferta importante y, a través de una operación que se cerró por 25 millones, el conjunto blanco se hizo con un diamante en bruto que ha conformado, junto a Luka Modric, una piedra angular del proyecto del Madrid en la última década.
“Florentino realizó un auténtico robo al Bayern, siempre me ha dicho que era el fichaje del siglo del club”, ha comentado en numerosas ocasiones Volker Struth, el representante de Toni Kroos. Y podemos afirmar, con rotundidad, que el agente del alemán estaba en lo cierto. Kroos ya es historia del Madrid y, como le recordó Florentino tras el partido de este sábado contra el Betis, el Bernabéu siempre será su casa.
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