El aniversario de una traición

Hace un año, se daba por hecho el fichaje de Neymar por el Real Madrid

El verano madridista no está siendo en este 2012 tan agitado como lo fue el pasado. La necesidad de fichar un tercer delantero por entonces parecía imperiosa, y tanto Agüero como Neymar fueron los protagonistas de un tira y afloja con el Real Madrid. Caso especial fue el del segundo, que hace justo un año se daba por hecho como fichaje blanco tras concretarse los términos de su contrato. Sin embargo, cuando el Madrid estaba dispuesto a afrontar el pago del traspaso e incluso el jugador había pasado reconocimiento médico, todo se fue al traste.

 

 

Así fue a causa de los movimientos sucios de Sandro Rosell en Brasil, donde manejó sus contactos para echar por tierra el fichaje del delantero por el Real Madrid y asegurar su llegada al Camp Nou. Consciente de que Guardiola no aceptaría un 'gallito' en su vestuario que pudiera molestar a Messi, el presidente azulgrana movió los hilos para contentar al jugador permitiéndole jugar el Mundial de Clubes con el Santos y asegurándole su fichaje por el Barcelona una vez completada su formación como futbolista en Brasil. 

Rosell logró erosionar la relación de Guardiola con su plantilla, y una vez colocado un títere como Tito Vilanova en el banquillo azulgrana, la llegada de Neymar al Camp Nou parece cuestión de tiempo.Sin embargo, antes de eso, el Real Madrid había conseguido la palabra del futbolista y del Santos para su llegada este verano al club blanco, tras los Juegos Olímpicos. Todo estaba hecho, pero la repentina renovación del delantero y el aumento de su cláusula de rescisión en noviembre sorprendió a todo el mundo, especialmente a un Florentino Pérez que no sabía nada y a un Wagner Ribeiro que acabó despedido.

La situación había cambiado, el Barcelona había conseguido su propósito de echar por tierra el fichaje del brasileño y todo ello sin que el Madrid fuera informado, con el club blanco esperando que llegara el momento de hacer efectivo el acuerdo verbal. Tras todo lo ocurrido, parece que Neymar se ha comportado como un verdadero culé, yendo por detrás, traicionando la palabra que dio al Real Madrid sin tener la decencia de dar la cara. El mismo comportamiento de un Sandro Rosell que jugó sus cartas de manera rastrera con el único fin de birlarle el fichaje a Florentino Pérez. Por suerte o por desgracia, logró su propósito.



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