Los orígenes de la Quinta del Buitre

Así llegaron al primer equipo cinco jugadores legendarios que escribieron una de las páginas más gloriosas de la historia del Real Madrid


Quinta del Buitre




Dicen que en años de necesidad, a los equipos no les queda más remedio que tirar de cantera. Pues bien, la apuesta le salió redonda al Real Madrid y, concretammente a un Alfredo Di Stéfano que no tuvo miedo en dar la alternativa a varios chavales que deslumbraban en el Castilla. Lo hizo sin prisa, pero sin pausa, pero sabiendo que contaba con unos 'diamantes' que no tardarían dar sus frutos.' La Saeta' y Amancio fueron los principales valedores de una generación que cambiaría para siempre el Real Madrid y el fútbol español.

Estos cinco chicos ‘derribaron la puerta' formaron parte de un equipo digno de verse y de acaparar la atención de los medios de comunicación. Butragueño, Michel, Martín Vázquez, Sanchís y Pardeza crecieron en ‘La Fábrica', brillaron en ella y junto a otros grandes jugadores devolvieron al Real Madrid a la élite en España y en Europa.

 


Comenzaron llamando la atención de los madridistas que acudían cada domingo a la antigua Ciudad Deportiva. Era una delicia verles y pocos dudaban de que serían capaces de aportar muchas cosas al primer equipo. Ese ‘run run' de que algo importante se estaba cocinando en la cantera merengue llamó la atención del periodista de ‘El País' Julio César Iglesias, quien decidió dedicarle un artículo a esos cinco chavales que deslumbraran por su descaro, por su valentía y por su calidad.

En 'Amancio y la Quinta del Buitre', publicado el 14 de noviembre de 1983 se describe un domingo cualquiera de aquel equipo al que la categoría de plata del fútbol español se le quedaba pequeña. Así fueron bautizados y así pasarían a la posteridad a la historia del llamado deporte rey. Emilio Butragueño, el jugador más singular de los cinco por su aspecto de niño y por sus habilidades sobre el césped sería, desde entonces, tomado como estandarte de una generación inolvidable.

Curiosamente, el primero en debutar con el primer equipo fue el último en incorporarse como miembro habitual en la plantilla del Real Madrid. Se trata de Michel, quien tuvo que ser llamado por la famosa huelga de futbolistas el 11 de abril de 1982 ante el Castellón. Estreno y gol para el centrocampista que protagonizó el debut soñado.

Como si una especie de ‘efecto dominó' se tratara, la mencionada huelga provocó que ese mismo día Butragueño disputara su primer choque en el Castilla. La mayor parte de los integrantes de la ‘Quinta' jugaron su primer partido con los ‘grandes' en la temporada 1983-84.

Sanchís y Martín Vázquez debutaron el 4 de diciembre de 1983, Pardeza el 31, mientras que Butragueño lo hizo 2 meses después, el 5 de febrero, en el célebre partido frente al Cádiz. Michel tendría que esperar al curso 1984-85 para asentarse en el primer equipo, pese a las dudas que le llevaron a plantearse el abandonar el Real Madrid, tuvo paciencia y finalmente obtuvo premio.

El Castilla de la Quinta fue el único filial de la historia que se ha proclamado campeón de la Segunda División en la temporada 1983-84, en plena eclosión de esta espectacular generación. En plena crisis institucional y deportiva del conjunto blanco , estos cinco jugadores supiero crecer y hacerse hueco en el Real Madrid. Bajo la tutela de Di Stéfano y de Amancio (su técnico en el filial madridista y en la temporada 1984-85 en el primer equipo)  disputaron sus primeros partidos en la élite. Los títulos y las tardes inolvidables no tardarían en llegar. Pero eso ya es otra historia.