El Real Madrid encadena, después de lograr mantener su meta a cero ante el Eibar, nada más y nada menos que cuatro salidas consecutivas sin encajar goles en Liga. Los blancos han conseguido dar solidez a su defensa en los partidos fuera de casa, y Casillas está demostrando en estos partidos la mejor versión de sí mismo. El portero mejora partido a partido y el debate de la portería (al menos deportivamente hablando) parece agotado.
Los blancos llegaban a Ipurúa después de ganar sus últimos tres partidos fuera de casa sin encajar goles y con un balance de 0-11 a favor. Y es que el equipo de Ancelotti superó al Villarreal por 0-2 en El Madrigal, goleó por 0-5 al Levante en el Ciudad de Valencia y posteriormente logró una nueva goleada en Granada, en el Nuevo Los Cármenes, por 0-4. Ante el Eibar, tocaba mantener el ritmo y el equipo no falló.
Casillas logró cerrar su portería nuevamente, por cuarto partido consecutivo a domicilio, y de este modo alcanzó su 'póker' de cerrojos particular. La intención del guardameta es seguir dejando la portería a cero en el mayor número de partidos posible, y poco a poco, entre el capitán y la defensa, parecen haber ajustado los problemas del comienzo de la Liga.
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