Las dos últimas actuaciones de Camavinga como pivote y centrocampista defensivo dentro del 4-3-3 de Carlo Ancelotti han dejado a gran parte del madridismo, incluyendo al propio técnico italiano, sorprendidos. Todos conocían la importante capacidad defensiva de Camavinga, pero siempre se había configurado como un jugador box-to-box, un todocampista de perfil similar a Fede Valverde.
Sin embargo, la ausencia del stopper titular del conjunto blanco ha fortalecido a Eduardo Camavinga en ese sentido, configurándole como un seguro de vida. Todo parece apuntar a que el '12' volverá a su puesto de revulsivo de lujo cuando su compatriota se recupere, pero Ancelotti podría haber encontrado una solución para hacer compatibles a ambos: un doble pivote.
De esta forma, Camavinga y Tchouaméni ocuparían dos plazas en el centro del campo, facilitando la rotación de jugadores más veteranos como Kroos y Modric y cumpliendo uno de los requisitos que ponía el propio Camavinga para su futuro profesional: "No quiero ser un suplente de lujo toda mi vida". Ancelotti podría así haber encontrado la solución ideal para que ambos centrocampistas franceses tengan el tiempo de juego que necesitan para desarrollarse completamente.
Camavinga tendría mucho más tiempo de juego con este sistema
Esta opción, además, permitiría a Camavinga 'desatarse' siempre que quisiera hacerlo. Cuando es pivote único, tiene que funcionar como ancla para que el equipo no se parta. Pero con Tchouaméni de su lado, el '12' podría lanzarse al ataque siempre que quiera con esos chispazos de energía que suele tener, puesto que el '18' estaría ocupando una posición defensiva y cubriendo su avance.
Este esquema no es desconocido para ninguno de los dos, ya que en sus equipos anteriores al Real Madrid jugaban en un doble pivote. Está por ver si Carlo Ancelotti considera oportuno modificar de esta forma el 4-3-3 que tiene actualmente. Otra opción para hacer funcionar esta 'pareja' Tchouaméni-Camavinga sería pasar a un 4-2-3-1 para acomodar a ambos mediocampistas galos.
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