Bono, Sevilla y Real Madrid, así se muestra el nuevo triangulo de un mercado de fichajes donde el conjunto blanco se encuentra ahora mismo decidiendo si es finalmente el marroquí quien debe heredar el lugar de un Thibaut Courtois que será baja hasta nuevo aviso. Eso sí, por Andalucía ya meditan una estrategia para subir el precio del guardameta. No son los primeros en hacerlo.
El belga cayó lesionado en una rotura de ligamento cruzado que le tendrá en el dique seco como mínimo hasta el mes de abril. Si bien Andriy Lunin tomará su lugar a corto plazo y se confía en una buena actuación del ucraniano, la realidad muestra a un Real Madrid que vuelve a pagar los platos de una incomprensible política que aplica contra su figura a lo largo y ancho del territorio nacional.
Las informaciones de las últimas horas no dudan: el Sevilla no descarta la salida de Bono y toma nota del interés que tiene el Bayern de Múnich en sus servicios. 20 millones de euros es lo que solicitan por el marroquí a quien quiera quedarse con su portero, pero esto solo ocurre más allá de los Pirineos. Los reyes de la Europa League ahora reclamarán al Madrid la cláusula de 50 millones de euros de su futbolista. ¿A qué estamos jugando?
Villarreal ya lo ‘hizo’
Repetimos que no es la primera vez que esto ocurre cuando el conjunto blanco se interesa en un jugador rival de la Liga. El submarino amarillo también aplicó dichas medidas cuando el Madrid mostró acercamientos por Pau Torres o incluso por Samu Chukwueze. Aston Villa y AC Milan se quedaron con sus servicios por mucho menos de los 80 millones de euros que La Cerámica reclamaba al club presidido por Florentino Pérez en cada operación.
Ahora todo se repite en Sevilla, donde la figura de Bono gana fuerza pensando en suplir la baja de Courtois pero donde el Madrid vuelve a encontrarse un ataque a su figura que solo se ve puertas adentro del torneo de Tebas. 50 millones de euros, la barrera que separa al mejor portero de la Copa del Mundo en Qatar del Santiago Bernabéu.
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