Bellingham lo ha cambiado todo. La realidad es que hay un Madrid pre Bellingham y un Madrid post Bellingham. La debacle en el Etihad Stadium incitó a gastar 103 millones de euros, al contado, en una gran estrella.
Se fijaron en Jude Bellingham y, pese al ruido que provocaron algunos, la realidad es que solo interesaba él. Bellingham o Bellingham. Y fue Bellingham el elegido para ser el galáctico astronómico de Florentino.
Ya marcaba diferencias en Alemania
Sus prestaciones en el Signal Iduna Park no engañan. En el Borussia Dortmund demostró ser un jugadorazo, sí, pero muy alejado de esos números que ha conseguido en el Real Madrid. Llegó al Santiago Bernabéu y le dio un revolcón al apartado goleador.
Se asentó desde el primer día en el 4-4-2 en rombo de Carlo Ancelotti y demostró que su aportación individual va sesgada por la inteligencia que tiene con y sin balón. Su llegada desde segunda línea le permite moverse con facilidad entre las defensas rivales y su potencia física le da ese gen ganador que tanto está apreciando el Real Madrid.
Llegará un día en el que no le entre la pelota, como pasa con todos los futbolistas, pero el disfrute de Bellingham, de momento, es el disfrute del Real Madrid y se ha convertido en el líder del líder.
El Real Madrid va primero en la Liga española gracias, en parte, al buen hacer del crack anglosajón. Más de lo mismo en la Champions League. Sus escandalosas cifras (10 goles y 3 asistencias en 10 partidos) le hacen estar en los números que logró Cristiano Ronaldo en su inicio en el Santiago Bernabéu.
Unas estadísticas de otro planeta, de otro mundo, que demuestran que ahora mismo está en esa 'creme de la creme' de los futbolistas que dominan el esférico. En la terna de los Vinicius, Haaland y Mbappé, lógicamente, y haciendo méritos para conquistar más pronto que tarde ese cetro del fútbol mundial. El trono espera a Jude.
¿Y sin Bellingham?
En la Liga EA Sports, el Real Madrid iría quinto clasificado. Los 8 goles y 2 asistencias de Jude Bellingham permiten a los de Carlo Ancelotti ser líderes. En algunos casos para salvar partidos, en otros para desatascarlos, pero lo cierto es que las dianas que anotó el inglés han sido claves.
Sin ellas, en la competición doméstica, los de Carletto caerían a posiciones alejadas del liderato e incluso caerían hasta la quinta o sexta plaza quedándose en puestos de Europa League.
Ha sido valedor en el primer gran tramo del curso para sellar algunos partidos y salvar la 'Vinidependencia' que aquejó el equipo en la pasada temporada. Bellingham, sin Vinicius, siguió viendo portería y salvando al Real Madrid de esa quema en dichos encuentros ligueros.
Salvador en Europa
En Champions, más de lo mismo. Anotó 2 goles (ante Union Berlín y Nápoles) y sin ellos se hubiese pinchado en ambos partidos. El Real Madrid, sin el tanto en el Bernabéu, hubiese arrancado su andadura continental con un empate, mientras que en Italia, el partido terminaría con el 2-2 en el Diego Armando Maradona y complicaría, de sobremanera, la clasificación de los merengues dejándoles en la tercera plaza del grupo y con un duelo decisivo, a las primeras de cambio, ante el Sporting de Braga en Portugal.
Ha nacido para marcar una época
Por suerte para el Real Madrid, como dice Ancelotti, el fichaje llegó a buen puerto y Bellingham está en la plantilla. El de Birmingham vive en un estado permanente de felicidad y se apoya en sus registros para decirle al mundo que tiene ganas de vivir su experiencia madridista y que con apenas 19 años ya aspira a ganarlo todo.
Sin ir más lejos, también, parte de esas cifras le permitió ganar el trofeo MVP del partido en 8 de 10 ocasiones. Jude quiere más y quiere marcar una era en el Santiago Bernabéu con la elástica del conjunto merengue. "Va a marcar una época con nosotros", asegura Vinicius. Sin perder en perspectiva que acaba de llegar a Valdebebas y que parece que haya nacido en el barrio de Chamberí.
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