En la NBA, por desgracia, este tipo de acciones están a la orden del día, pero suena más llamativo la frialdad con la que los protagonistas cuentan todos estos hechos. Mirotić, antes de partir a la liga americana, pasó por el Real Madrid, desde el Junior logró llegar hasta el primer equipo. Aunque, en la actualidad, Mirotić, debido a jugar en el FC Barcelona, intente rehuir de su pasado...el pasado nunca se podrá borrar. Al igual que el puñetazo que le endosó Bobby Portis.
De hecho, hoy por hoy, esta acción todavía le persigue. Bobby Portis, en el podcast del exjugador J.J. Redick, no quiso dejar pasar la oportunidad de explicar cómo ocurrió: “Fue una de esas situaciones en las que él y yo estábamos en un ida y vuelta en la pista. Él anota, yo anoto, él anota. Y él estaba como ‘yo, yo, yo’. No me gustó eso y él se abalanzó sobre mí y me empujó". Pero, lo peor de todo viene cuando reconoce que ya había pasado en más de una ocasión.
“No era nuestra primera vez haciendo eso. Todo el mundo lo hacía en los Bulls. Era nuestra cultura. Todos nos metimos en alguna pelea”. Así, con esta naturalidad explica unos hechos que no deberían estar presentes en ningún ámbito de la vida, pero menos en un deporte de equipo. Además, cabe destacar que, esta acción llevó a Bobby Portis a ser sancionado con ocho partidos. Y Nikola Mirotić, por su parte, rumbo al hospital con varias fracturas maxilares.
De locos
La NBA podrá ser la mejor liga del mundo y la más mediática, pero está lejos de tener unos comportamientos acordes con los valores del deporte. La liga americana prima el show y el “espectáculo”, donde los jugadores son mercancías de las franquicias.
Los jugadores parecen tener barra libre para actuar fuera de las pistas, de locos. Eso sí, Bobby Portis ha reconocido que ha cambiado desde entonces: “Fue una de esas pequeñas cosas que te cambia la vida. Me hizo ser mejor persona y mejor jugador de baloncesto”.
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