La lógica alegría no es tan alegría por la lógica





Anoche después del partido no terminaba de asimilar aún que España estaba a un solo partido de coronarse campeón del mundo. Pensé que quizás era la cabeza, que aún estaba puesta sobre mi teclado únicamente, quizás el cansancio, o incluso la euforia del momento, que no te deja mirar las cosas con perspectiva. Pero hoy después de hablar con amigos y compañeros creo que ya sé por qué era. Y es que en el fondo España es tan tan buen equipo que estar en la final de un Mundial podía entrar dentro de la lógica. Eso no le resta ni un ápice de mérito, y menos tras ver cómo se ha desarrollado el campeonato, pero le resta el factor sorpresa, la emoción de lo imprevisible.

Y es que la lógica -que muchas veces no tiene nada que ver en esto del fútbol-, decía que el equipo que mejor fútbol practicaba, el que llevaba más tiempo sabiendo a qué jugaba, el que además lo llevaba a la práctica tan bien, el que contaba además con experiencia en estas lides... debía ser uno de los que estuviera en esa última cita mundialista. Muchos a mi alrededor (y en las radios y periódicos) han dudado en estas semanas, pero afortunadamente, esta vez el fútbol no se ha sacado un as de la manga como en otras ocasiones, y le ha devuelto a la selección lo que le quitó en el mismo Durban ante Suiza. España está en la final de un Mundial y ante un rival propicio para su juego... ¡vayan pidiendo el lunes libre los que puedan, que me da que el domingo habrá algo que celebrar!


PD:
Ayer hubo hasta seis jugadores del FC.Barcelona en la alineación titular de España más el recién fichado Villa. Es razón para admirarles... y ojo, para temerles un poco también de cara a la temporada que viene.