El dilema de Bale una vez que está casi recuperado

Intentar jugar o no la ida ante el Nápoles es la cuestión


Bale en el momento de concentrarse en Valdebebas

Bale en el momento de concentrarse en Valdebebas




El extremo está a punto de dejar atrás dos de los meses más complicados de su carrera deportiva. Se lesionó el pasado 22 de noviembre en una jugada absurda en el encuentro que el equipo blanco jugó en Lisboa ante el Sporting de Portugal. Y tras unos días de dudas sobre el tratamiento que iba a seguir para recuperarse, el cuerpo médico merengue decidió que se operara. La opción de seguir un tratamiento conservador estaba sobre la mesa del club, pero había cierto riesgo de que la articulación no curara completamente, de forma que finalmente se optó por atajar el problema de raíz.

Así, Bale fue intervenido el 29 de noviembre en Londres. La operación fue conforme a lo esperado y el primer dictamen fue que tendría que estar cerca de tres meses de baja. De hecho algunos medios llegaron a apuntar que podría estar hasta casi cinco. Pero parece que al final no se va a cumplir ni un pronóstico ni otro, si bien el que va a estar más cercano es el primero. Y es que el jugador ya está habilitado para calzarse las botas y saltar al césped de Valdebebas, tal y como hizo el pasado miércoles.

La idea es que toda esta semana el delantero recupere sensaciones sobre el verde de la Ciudad Deportiva y vuelva a sentirse jugador. Así pues, podrá correr y ejercitarse con normalidad, así como tocar balón sin forzar demasiado su tobillo operado. Y una vez que sienta que está en perfecto estado, es más que posible que Bale se reintegre al grupo de trabajo a lo largo de la semana que viene. Es decir, podría tener el alta médica dos meses y medio después de haberse producido la lesión, lo que sería casi un registro récord para lo que inicialmente se preveía.

Y a partir de aquí tendrán que ser el propio jugador y el cuerpo médico merengue los que gestionen su vuelta a los partidos. El futbolista está deseando volver a ayudar al equipo, así que como suele ser habitual tendrá que ser Zidane el que ponga algo de mesura. El técnico francés mantiene intacta su postura de que no se puede ni se debe forzar a un jugador que acaba de salir de una lesión, por lo que mantendrá su seguimiento sobre el estado de Bale y hablará con él de forma habitual para que le transmita sus sensaciones. Y es que la idea es que no juegue hasta que no esté perfecto y el tobillo le responda a la perfección.

Con la duda de jugar la ida de la Champions

Sea como fuere, la posibilidad de verle entrenando la semana próxima con sus compañeros deja en el aire la posibilidad de que tenga algunos minutos el próximo 15 de febrero en el partido de ida de la Champions ante el Nápoles. De primeras la idea puede parecer algo forzada, toda vez que el partido le llegaría con una sola semana de entrenamientos a buen nivel. Aunque, como decimos, el futbolista estaría encantado de estudiar esta posibilidad; mientras que Zidane es algo más reacio por diversos aspectos.

En especial, el técnico considera que Bale va a necesitar al menos dos semanas para recuperar el tono físico perdido tras estos dos meses y medio parado. Y además piensa que ahora mismo el equipo ya está acostumbrado a sobrellevar la baja del galés, por lo que tampoco considera necesario forzarle adelantando su vuelta, por muy importante que vaya a ser el partido ante el Nápoles. Así que el camino a seguir pasa por la vuelta del extremo en alguno de los encuentros que restan en el mes de febrero.

Las opciones son claras: Osasuna (sábado 11), Nápoles (miércoles 15), Espanyol (sábado 18), Valencia (probablemente miércoles 22) ó Villarreal (domingo 26). En uno de ellos veremos de nuevo a Bale con la camiseta madridista, aunque lógicamente partiendo desde el banquillo para ir teniendo minutos de forma paulatina en los siguientes choques. Todo con el objetivo fundamental de que el 'crack' esté ya casi al 100 % en el duelo de vuelta de los octavos de Champions el 7 de marzo en San Paolo.