Cristiano y Kovacic en el último partido de Balaídos
Celta de Vigo y Real Madrid se volverán a cruzar el próximo domingo (20:45 horas, Movistar Partidazo) en el estadio de Balaídos. El miércoles de la pasada semana los dos equipos jugaron la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey y dejaron un empate a dos que supuso la eliminación merengue de la competición. Pero el madridismo tiene razones para pensar que el choque de mañana será una historia completamente distinta...
Y así debería ser por parte de los dos equipos.
Eduardo Berizzo ya dejó claro el jueves que su intención es hacer rotaciones en el partido de Liga ante el
Real Madrid, ya que el miércoles se jugarán a una carta su clasificación para la final de
Copa del Rey en
Mendizorroza. En el partido de ida de las semifinales los gallegos no pasaron del empate sin goles ante el
Alavés, por lo que el argentino ha reconocido que va a priorizar esta competición frente a la liguera.
Así pues, el técnico presumiblemente pondrá en liza una 'versión B' de su equipo y dará descanso a sus mejores jugadores. Hombres como
Aspas, Wass, Tucu Hernández, Mallo o Roncaglia podrían quedarse en el banquillo a diferencia de lo ocurrido hace diez días en la
Copa, cuando fueron titulares. Una situación muy diferente a la del Real Madrid, ya que Zidane pondrá en liza a un once incluso más competitivo que el de entonces al contar ya con jugadores que en esa fecha tenía lesionados como
James, Varane, Marcelo o Pepe.
Aspecto al que hay que añadir otros también determinantes. Y es que el
Real Madrid llega a este partido tras contar con su primera semana completa de descanso en lo que llevamos de año, algo que no puede decir el
Celta. A pesar de optar por jugar el domingo con los habituales suplentes no cabe duda de que el equipo celeste llega a esta cita más cansado tanto física como psicológicamente, lo cual el campeón de
Europa debería convertir en una ventaja a su favor.
Y finalmente está el factor de empezar el partido 0-0. En la
Copa el
Real Madrid partió con la desventaja del 1-2 del partido de ida, lo que le añadió presión y ansiedad. Esta vez en juego habrá tres puntos y la contienda comenzará igualada desde el principio, por lo que todos los factores psicológicos externos no tendrán tanta trascendencia. De hecho, ahora el
Real Madrid saldrá al campo con el objetivo de mantener - o incluso ampliar - su ventaja sobre el
Sevilla, el Barcelona y el Atlético de Madrid, por lo que deberá enfocar el partido de una forma radicalmente distinta.
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