El mundo del fútbol es un negocio que cada vez va en un auge y un crecimiento que por momentos roza la locura. No sólo por las cifras de los traspasos de algunos jugadores o por los sueldos y fichas de los verdaderos protagonistas del juego. Depende de los partidos que sean, el negocio también está fuera de los terrenos de juego.
No es otro que el negocio de la reventa, una lacra que cada vez se hace más fuerte cada año y cada vez más habitual encontrar en los campos de fútbol. El Real Madrid y el Santiago Bernabéu no son para nada una excepción, más bien al contrario y es que el club que preside Florentino Pérez tiene un tumor bien grande con estos abonados que se hacen llamar aficionados cuando en realidad son pirañas hambrientas de dinero.
Aún queda tiempo para ver la vuelta del Clásico en el Bernabéu entre Real Madrid y Barcelona y como cada año, equivalente al partido lo es la reventa del mismo. Cada vez las entradas en taquilla tienen un precio prohibitivo y desmesurado para algunos, pese a que el espectáculo que van a ver bien lo merece. Pero lo que no se concibe es que desde ahora ya empiecen a apreciarse los reventas sobre el Clásico. Es un filón imparable para las agencias de reventa y cada vez va a más.
Un ejemplo: si una entrada en taquilla para el Real Madrid - Barcelona cuesta 125 euros, en una reventa se pueden llegar a pagar cifras de hasta 2.500 euros. Cifras mareantes, pero que si uno se para a analizar, las cuentas salen perfectamente. Lo primero de todo, dentro de que todo esto es ilegal, la reventa es posible porque lo primero, son abonados del club los que ponen a la venta sus asientos para un determinado partido, algo que está totalmente prohibido por la normativa del club, la cuál dice: “Queda terminantemente prohibida la venta o subasta de los abonos en cualquier modalidad. El carné de socio y la tarjeta de abono podrán ser retirados por el personal del club”.
Esto quiere decir que sólo se permite la cesión del abono pero sin ánimo de lucro, pero está petición directamente no les debe importar a estos abonados. Dentro de estos paquetes de abonos, los hay que montan un buen negocio alrededor del partido. Estos packs los llevan plataformas de reventa de todo tipo de espectáculos por lo que hay varias de estas entradas que se mueven de un modo privado y engañando a la gente. En esos recordatorios se habla de ceder el abono cuando no es verdad, lo que se hace es entregar ese abono a cambio de recibir un pago a la entrega del mismo. Normalmente el pago no supera el doble del valor de su precio en la taquilla.
Otro fenómeno que entran en juego son los hoteles y es que los más cercanos al Bernabéu donde las ofrecen como un servicio para clientes VIP que lo soliciten con mucha antelación. Eso sí, el hotel se lava las manos a la hora de que el intercambio se produzca por lo que si se juntan todos estos factores, una entrada que en principio costaba 150 euros en taquilla se transforma en 300 por la venta del abono. Pero la empresa de reventa le pone un precio de unos 1.000 euros, ya si las localidades están ubicadas en las zonas de tribuna o primer anfiteatro, el precio puede subir hasta los 2.500 o incluso los 3.000 euros.
El Real Madrid es consciente de esta práctica pero pese a que Florentino Pérez quiere eliminar esta práctica de su estadio, no es una guerra que se vaya a ganar fácilmente. En el pasado ejercicio, se habrían requisado 310 expedientes por la reventa y utilización indebida de abonos y otros 240 más por pertenecer a un grupo organizado en la reventa de abonos. Esto hace un total de 550 expedientes por intervención directa del Real Madrid. Pero el club no está sólo, y es que la policía también está detrás de esto y en una operación de intervención sobre la reventa organizada, se alcanzo un total de 797 expedientes más.
Esto quiere decir que gracias a la ayuda de las fuerzas del orden y de seguridad del Estado se han incautado el 50% más que del Real Madrid. Queda mucho por hacer porque estos ladrones de guante blanco no pueden manchar un negocio como el fútbol. Ya se está empezando a pensar en el Clásico y no a nivel futbolístico y es que aproximadamente podrían estar en las gradas del Bernabéu alrededor de 5.000 o 10.000 no socios del Real Madrid que ocuparán asientos de abono.
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