Nunca gusta perder ante el eterno rival aunque sea un amistoso y sin nada en juego. Para el Barcelona ya el mero hecho de ganar al Real Madrid es motivo para celebrar, pero para el Real Madrid no es sino la antesala de lo que aún está por venir en esta temporada llena de clásicos y que ha empezado en Estados Unidos.
El conjunto culé empezó a rodar más pronto que el Zidane, es lo que tiene terminar las temporadas más tarde que el resto por estas celebrando títulos. En este sentido se notaba la falta de rodaje de algunos futbolistas, además de la preparación y aclimatado de los nuevos fichajes como Dani Ceballos, Vallejo o Marcos Llorente entre otros. Nunca gusta perder un clásico pero desde luego que en el Real Madrid ya miran al gran y verdadero objetivo: la Supercopa de España, será después de la Supercopa de Europa pero a doble partido contra el Barça y con la vuelta en el Bernabéu, es el escenario perfecto para cobrarse una dulce venganza.
Mientras que el conjunto blanco aún tiene que jugar un amistoso contra un equipo de estrellas de la MLS y posteriormente jugará el primer título oficial de la temporada ante el Manchester United, en el Barcelona siguen y seguirán a vueltas por ver que sucede con Neymar y su futuro. Está bien que disfruten de las alegrías incompletas que supone el hecho de ganar un partido sin valor, en dos semanas se juega lo serio de verdad.
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