Si la afición del Barça entre otros iba con el Liverpool en la final de Kiev, varias aficiones inglesas hacían lo propio y apoyaban al Real Madrid. Sobre todo el Manchester United era el equipo que no quería ver como el conjunto de Anfield levantaba la Champions, era algo que a más de uno le ponía malo.
Leyendas como Beckham o Neville no querían ni imaginar el hecho de tener que aguantar al Liverpool de nuevo como campeón de Europa (es el club inglés que más veces ha levantado el trofeo con cinco ocasiones). Ante esa situación, muchos confiaban en el Madrid y sobre todo en Cristiano (por aquello de haber sido jugador del United) para que les amargase la final. Finalmente no fue el portugués pero sí otro jugador que triunfó en la Premier: Gareth Bale. Cada gol del conjunto blanco se celebró en Inglaterra como si lo hubiera marcado su equipo de toda la vida, señal de rivalidad eterna entre equipos que luchan por ser los mejores en Europa.
En los pubs, en las casas en cualquier lugar de Inglaterra, la tristeza del Liverpool era la alegría del resto. Ver caer a los de Klopp y de nuevo alzarse a los de Zidane fue un respiro que muchos ingleses vivieron gracias al Real Madrid. Aunque sólo fuese por unas horas, Inglaterra fue madridista, más blanca y unida que nunca con un mismo sentir, ver de nuevo campeón al Real Madrid.
Meanwhile at the Everton Supporters Club opposite Goodison Park... pic.twitter.com/uwAeBw3Iyp
— ESPN UK (@ESPNUK) 26 de mayo de 2018
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