Después de conocerse que habrá derbi en octavos, los jugadores del Real Madrid han sonreído. Por varias razones, la primera de ellas es porque se ahorrarán un viaje en avión y no necesitarán salir de la capital para disputar la eliminatoria y, en segundo, por el amor propio de los futbolistas que el año pasado fueron eliminados por el propio Leganés.
El Whatsapp de los futbolistas del Real Madrid echaba humo a eso de las 17.00 horas. Todos estaban contentos por el emparejamiento porque les va a dar la posibilidad de conseguir la revancha, de vengar el duro golpe que sufrió el equipo la pasada campaña. Y es que perder ante el Leganés una eliminatoria a doble partido no era algo que entrara en las cábalas del entonces técnico del Madrid, Zidane. De hecho, la eliminación ante el equipo del sur de Madrid fue un golpe duro del que no se pudo recuperar el francés. Le dejó marcado como él mismo reconoció a posteriori. ("Zidane usó la palabra 'fracaso' el día que perdió ante el Leganés")
De esta forma, y con toda la cautela del mundo, los jugadores del Real Madrid han quedado más que conformes con el resultado del sorteo. Eso sí, todos tienen bien claro que no se puede subestimar al Leganés y que si no se hacen dos buenos partidos se puede volver a tropezar en la misma piedra de la pasada campaña. Un duro golpe que ni Solari ni los suyos desean revivir, por más que la sed de venganza se haya apoderado durante unos minutos de buena parte del vestuario blanco.
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