Pocas veces se había visto a Zidane tan enfadado, tan serio, con tantas ganas de pedir perdón al madridismo y de culpar tanto a los jugadores como a sí mismo del nefasto partido realizado en Vallecas. Motivos no le faltaban, desde luego.
De hecho, según pudo saber Defensa Central, Zidane habló poco pero fue muy duro en la charla que realizó tras el partido: “Hemos jugado sin ganas, así no se puede” o “hay que defender esta camiseta hasta el final, hoy hicimos un partido de mierda”. Estas fueron dos de las frases que salieron de la boca del técnico delante de sus jugadores cuando se consumó la derrota. Lo dicho, el enfado del entrenador era mayúsculo (Courtois fue lo mejor del Real Madrid en Vallecas)
Posteriormente, en sala de prensa, prosiguió con su discurso negativo tras lo que había visto. Esta vez no podía salvar a nadie de la quema, ni siquiera perdió la ocasión de ponerse él mismo por delante como responsable del ridículo. Los que le conocen aseguran que fue una de sus peores noches como entrenador del Real Madrid…y eso que no se jugaba nada. Bueno, sí, se jugaba el orgullo y el honor, ambos tirados por los suelos por unos jugadores a los que parecía darles igual el resultado.
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