Zidane ha conseguido sentar los pilares de juego y plantilla que quería tener este verano, algo que ha llegado fruto de la paciencia y la estabilidad, a pesar de un inicio de temporada inestable con resultados dispersos. Esto ha sido facilitado por la buena gestión del técnico galo que ha conseguido enchufar a todos los jugadores.
Esta es muy buena noticia para tener una plantilla enchufada en la que cualquier jugador puede rendir en un momento crítico que se le necesite. El mes de enero es uno de esos momentos, el calendario del Real Madrid es muy exigente y Zidane tendrá que buscar múltiples decisiones para salir airoso de un mes clave en la temporada (El enero de locos y durísimo que le espera al Real Madrid).
El técnico cuenta con el factor de intercalar los sistemas 4-4-2 y 4-3-3 con los diferentes jugadores que pueden proporcionar un perfil más vertical u otro más de juego y posesión. El sistema con tres delanteros suele estar topado por Benzema y Rodrygo. La posición vacante puede ser una gran oportunidad para que Vinicius siga otorgando minutos de calidad y poderío físico y coger confianza de cara al futuro.
El esquema con cuatro centrocampistas (4-4-2) es la oportunidad de oro para James e Isco. Ambos jugadores se entienden a la perfección y la formación les permite reforzar la medular y contar con un dominio total de los partidos aunque se pierda cierto desequilibrio que pueden otorgar los bandas.
La figura enigmática que puede encajar en los dos esquemas a la perfección es Luka Jovic. El delantero serbio es un goleador y su posición de nueve encaja en todos los esquemas de Zidane. Además, es un futbolista que puede jugar a la perfección con Karim que suele abandonar la referencia para ser un constructor del juego.
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