La primera parte de Jovic resultó ser similar a la que realizó en la semifinal. No terminó de introducirse en lo que un delantero debe cumplir, marcar un gol. La amplia posesión del Atlético permitió que el atacante serbiobosnio tuviese un bagaje menor. Es cierto que no sé podría averiguar qué es lo que le sucede a Jovic. Quizás la estrategia de Zidane no sea del estilo del jugador, o que realmente no se encuentre cómodo en el juego que aplica el resto de los futbolistas.
Ocasiones de gol tuvo, pues Valverde, Carvajal y Mendy pusieron varios balones al punto de penalti, pero esto no supo forzar el remate de cabeza. Una primera parte muy solitaria para el Real Madrid. Dio la sensación de que no contó con ningún delantero. Jovic no disparó a puerta. Le faltó ese desequilibrio que pudo haber todo la muralla defensiva del Atlético. Se marchó al descanso dando sensaciones negativas. Solo ha marcado un gol en todo el curso, y esto podría perjudicar gravemente sus estadísticas de desarrollo general. Zidane confió en él, a pesar de todo.
A Jovic le sonó la alarma en la segunda parte, y en el minuto 48 se creó una jugada él mismo en carrera junto a cuatro jugadores del Atlético. La acción terminó en córner. En el minuto 51, le llegó un balón cerca del área rival, y este hizo un recorte y la cruzó. La pelota se marchó a ras del suelo rozando el palo derecho de Oblak. En el minuto 82, Zidane optó por Mariano Díaz para intentar dar la victoria al Real Madrid, y Luka Jovic fue el elegido para ocupar el banquillo. La primera parte del serbiobosnio no fue buena, pero en la segunda mitad transmitió mejores tentaciones.
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