Tiene marcado en rojo el partido ante el conjunto groguet. Un partido que será la reválida, en Castellón, de lo que sucedió en el último partido liguero del Real Madrid hasta la fecha: el 4-1 en Mestalla contra el Valencia. Un partido en el que apenas pudo jugar unos minutos y con el marcador cuesta abajo totalmente. Poco pudo hacer en ese momento del encuentro.
La baja de Fede Valverde le abre, otra vez, de par en par la puerta de la titularidad ante el Villarreal. El noruego está especialmente motivado porque apunta a titular en Villarreal e, incluso, una buena actuación allí le abriría las puertas a ser parte del once inicial también en Milán, en San Siro, en la finalísima que debe ganar sí o sí el conjunto de Zinedine Zidane.
Ese partido tiene a Odegaard especialmente emocionado, porque sería el de su debut en la Champions, algo que lleva mucho tiempo esperando y que no ha podido lograr aún por culpa de las lesiones. Un partido, además, en el que el Real Madrid se juega la vida en Europa para seguir vivo. El nórdico sabe que es su momento.
Nadie en su sano juicio sentaría a Martin si triunfa en Villarreal y en Italia. En su mano está volverse a asentar en la titularidad, tras el fuelle perdido por culpa de las lesiones, y está totalmente extramotivado y metiéndose presión, a sí mismo, en vistas a que pasa un ‘tren’ al que debe subirse sí o sí. (Exclusiva DC: a Zidane le salen las cuentas con los medios ideales para jugar en Villarreal)
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