El Real Madrid de Ancelotti tiene un punto débil que deberá solventar mañana en el choque de Liga de Campeones: el centro del campo. Los merengues tienen dificultades a la hora de enfrentarse a rivales con una medular muy fuerte.
Aunque los resultados han sido brillantes, el Madrid ha sufrido mucho en este arranque de temporada ante aquellos equipos que tienen un centro del campo muy fuerte. aun así, han sabido superar todos los obstáculos.
Esta situación se dio en Champions ante el Inter de Milán y en LaLiga contra el Valencia y Villarreal. Aun así, en dos de ellos han salido victoriosos de la cita con goles en los últimos minutos y el pasado sábado puntuaron un empate.
Emery pobló todo el centro del campo con jugadores de gran calidad para frenar de lleno el ataque ofensivo del Real Madrid. En la primera parte, logró provocar un cortocircuito en los jugadores blancos.
El objetivo de Ancelotti es que su Madrid se más directo y efectúe menos toques de los que le reclamaba Zidane a la plantilla. Esta situación está logrando que el equipo se parta en dos. (Ancelotti no es partidario de usar mucho el 'experimento' de Zidane con Lucas Vázquez).
Casemiro y Modric tienen serias dificultades para frenar a los rivales en ese fútbol tan directo que reclama el italiano. Hasta el momento, Ancelotti asegura que su planteamiento es el idóneo.
En el último encuentro, el técnico cambió a Rodrygo por Camavinga para darle más orden al centro del campo. Aun así, la ausencia de Kroos se hizo notar hasta el último minuto.
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